No nos enrollaremos mucho para no hacernos pesados ni dar demasiada envidia... pero podemos resumir lo que hemos visto en unas pocas palabras: Escocia es como un gran campo de Golf al que no hace falta regar. De hecho se pasa de la lluvia al pleno sol en menos de lo que se tarda uno en poner el impermeable (comprobado empíricamente).
En esta nación, la ovejas, los ponies, las vacas y demás animalillos campan a sus anchas, excepto los tiernos conejitos, que suelen terminar sus días aplastados en medio de la carretera. Y esta vez no he sido yo!!
Ains, cómo echo de menos a mi Leoncio en estas carreteras de curvas!!!!
Os dejamos con unas cuantas fotos para el recuerdo...