Coches del futuro

Que el petroleo se nos terminará algún día y que quemarlo es lo peor que se puede hacer con él es una verdad que todo el mundo conoce. Por lo que voy leyendo por ahí parece ser que el futuro es eléctrico para la industria de la automoción.
La gracia de la electricidad es que se puede obtener de muchas fuentes diferentes (ya sean contaminantes o no) y que incluso puede llegar a ser gratis. ¿Os imagináis paneles solares en el techo de los edificios que carguen baterías para que cuando lleguemos a casa podamos recargar el coche como si fuera un teléfono móvil y tenerlo listo para el día siguiente?
El punto más peliagudo es el tiempo de carga. Lo que no puede ser es que en un viaje largo tengamos que parar durante 8 horas para cargar las pilas de nuestro coche. En unos años habrá baterías que carguen en 5 minutos, pero por ahora no disponemos en la calle de tal tecnología. Aunque todo esto tiene solución haciendo que el coche tenga un módulo de energía intercambiable y que al llegar a la gasolinera se cambie la batería gastada por una recién recargada.
Según mi punto de vista, los dos problemas más importantes a día de hoy son el coste de un coche eléctrico comparado con su equivalente dotado de motor de explosión y las pocas ganas de las multinacionales de la automoción de implantar la nueva tecnología.

Algunos ejemplos muy prometedores de coches eléctricos con baterías o pila de hidrógeno son: Tesla Roadster (Mi preferido), Zap y el Honda FCX (Parte 1, parte 2 y parte 3) que parece que sí que será producido en serie.